CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS Y FUNCIONALES DE LOS IMPLANTES

SUPERFICIE DE CONTACTO DE LOS TEJIDOS DUROS


El propósito principal de la colocación de un implante es conseguir y mantener una conexión ajustada entre el hueso y el implante. Este concepto se conoce como osteointegración. En su definición histológica, la osteointegración es la conexión estructural y funcional directa entre un hueso vivo y organizado y la superficie de un implante con carga, sin la intervención de tejidos blandos entre hueso e implante.
Superficie de contacto de un implante y su adaptación con el tiempo

Para que tenga lugar la osteointegración de la manera esperada es necesario que intervengan varios factores importantes:
  • 1. Un material biocompatible (el implante). 
  • 2. Una cirugía atraumática que lesione mínimamente los tejidos.
  • 3. Colocación del implante en estrecho contacto con el hueso.
  • 4. Inmovilidad del implante con respecto al hueso durante la fase de cicatrización.
El material preferido para los implantes dentales es el titanio: es biológicamente inerte y por ese motivo no suscita la reacción de rechazo en el tejido . Para que el implante mantenga estrecho contacto con el hueso se debe preparar el sitio mediante una técnica precisa. Todos los sistemas de implante cuentan con fresas especialmente diseñadas que se usan en una determinada secuencia para quitar hueso de la manera más atraumática posible. Los tamaños de las fresas se adaptan a la medida y la forma del implante que se va a colocar y crean la presión necesaria para el contacto inicial con el hueso.
La técnica quirúrgica atraumática en un medio aséptico es vital para minimizar las lesiones mecánicas y térmicas que puede sufrir el hueso. El objetivo es que durante la preparación del sitio, la temperatura del hueso se mantenga por debajo de los 47 °C. Cualquier variación que haga que la temperatura supere ese punto supone un riesgo de causar necrosis ósea y el fracaso de la osteointegración.


TEJIDOS BLANDOS PARA LA SUPERFICIE DE CONTACTO DEL IMPLANTE


Es vital comprender tanto las asombrosas similitudes como las evidentes diferencias entre el tejido blando periimplante y el periodóntico. Estos dos tejidos comparten bastantes similitudes y sus diferencias son sutiles. Ambos emergen del hueso alveolar a través del tejido blando, desde ese punto, bajando hasta la altura del hueso alveolar, ambos tipos de tejido blando poseen una zona de tejido conjuntivo denso. Esta zona de tejido conjuntivo supracrestal es la responsable de mantener una superficie de contacto estable entre el tejido blando y el implante, y actúa como sello o barrera frente al entorno oral. Lo que difiere de un diente natural es la orientación de las fibras de tejido conjuntivo adyacentes al implante. Esta zona de tejido conjuntivo tiene entre 1 y 2 mm de altura. Clínicamente esto es importante cuando se comprueba la salud del tejido blando periimplante. Las profundidades sondadas en un implante sano serían aproximadamente de 1 a 2 mm menores que las dimensiones totales medidas desde la cresta del surco hasta la cresta del hueso alveolar. La otra diferencia evidente entre los dientes y los implantes es que los primeros tienen un ligamento periodontal con fibras de tejido conjuntivo que suspenden los dientes en el hueso alveolar. El implante, en cambio, está en contacto directo con el hueso sin la intervención de tejido blando. Esta diferencia influye enormemente en la biomecánica, la propiocepción y las consideraciones protésicas de los implantes frente a los dientes naturales. Puesto que, a diferencia del diente, el implante no lleva cemento natural, la mayor parte de las fibras de tejido conjuntivo van en dirección más o menos paralela a la superficie del implante.


Esquema de los tejidos duros y blandos alrededor de un diente y un implante. A, La anatomía de los tejidos duro y blando alrededor de un diente natural muestra que el hueso se soporta por medio de un ligamento periodontal, una zona de tejido conjuntivo encima de la cresta ósea con fibras de tejido conectivo (o de Sharpey) que se insertan en la dentina, un largo anclaje de epitelio de unión, un surco gingival recubierto de epitelio crevicular y el epitelio gingival oral (superficie exterior de la encía). B, La anatomía de los tejidos duro y blando alrededor de un implante presenta algunas similitudes y algunas diferencias notables. Hay hueso de soporte en estrecho contacto con la superficie del implante sin intervención de los tejidos blandos (es decir, no hay ligamento periodontal). Hay una zona de tejido conjuntivo por encima del nivel del hueso con fibras que corren paralelas a la superficie del implante y ninguna fibra de inserción. Hay una larga sujeción epitelial de unión, un surco gingival o de la mucosa revestido de epitelio crevicular y epitelio oral gingival o de la mucosa (superficie exterior del tejido blando).
(De Rose LF, Mealey BL. Periodontics: medicine, surgery and implants. St. Louis: Mosby; 2004.)


CONSIDERACIONES BIOMECANICAS


Una vez debidamente colocado el implante, su éxito a largo plazo depende enormemente de los factores biomecánicos restauradores, es decir, de cómo se controlarán o distribuirán las fuerzas impuestas sobre el implante funcional o sobre la unidad o las unidades protésicas para conservar una conexión biológica saludable entre el hueso y el implante. 
De esta manera la capacidad de soportar cargas del implante integrado tiene que ser mayor que la carga prevista durante su funcionamiento. Si las fuerzas aplicadas son mayores que la capacidad de carga, es probable que causen el fallo del mecanismo, un fracaso biológico, o ambos. 
- El fallo mecánico puede presentarse como una simple fractura de la porcelana o como un tornillo protésico flojo o quebrado. 
- El fracaso biológico se produce cuando la carga funcional supera la capacidad de soportar cargas de la superficie de contacto implante-hueso. La presentación clínica de este problema es una pérdida inicial de hueso alrededor de la plataforma del implante. Si la pérdida es bastante grave y la provocación bastante prolongada, la pérdida de hueso puede avanzar alrededor de todo el implante y hacer que este fracase por completo

Una carga fuera de eje puede ejercer fuerzas desfavorables sobre el implante, y poner en peligro su éxito a largo plazo debido a un exceso de cargas laterales.



BIBLIOGRAFÌA

Hupp J, Ellis E, Tucker M. Cirugia Oral y Maxilofacial Contemporanea. Copyright © 2014 Elsevier España, S.L. 6ta Edicion.





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